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último apunte de diario Carlos Taibo habla sobre �Que no se apague la luz. Un diario de campo del 15-M� (Catarata, Madrid, 2012)
   
 
21/11/2012 | Pedro Maceiras | - |
www.carlostaibo.com (21 de noviembre de 2012)
 
�Qu� has intentado hacer con este nuevo libro?

Creo que ten�a que aprovechar la condici�n de observador privilegiado de una realidad tan sugerente como es el 15-M, y que era una tarea interesante la de recoger ideas y debates con los que he tomado contacto al calor de muchas de las asambleas populares del movimiento. En ese sentido, mi prop�sito ha sido utilizar esos conocimientos, en su caso esas intuiciones y an�cdotas, para levantar acta de lo que yo entiendo que es hoy el movimiento del 15 de mayo.

El libro, �es en realidad un �diario de campo�?

No. Interpretemos lo del diario de campo como una met�fora. Yo no he llevado nunca un diario de lo que acontec�a en las asambleas populares. Me gu�o, sin m�s, por mi memoria, a buen seguro que interesada.

Has acompa�ado al 15-M durante un a�o y medio. �Cu�les son a tu entender los cambios principales que se han registrado en su condici�n?

Creo que han sido tres. El primero se produjo al desmantelarse las acampadas, en junio de 2011: la expansi�n del movimiento en la forma de asambleas de barrios, ciudades y pueblos perfil� una realidad mucho m�s compleja que la del momento inicial. El segundo se ha verificado con el paso del tiempo: muchos de los j�venes que, integrantes de las clases medias en activo proceso de desclasamiento, en inicio defend�an propuestas meramente ciudadanistas hoy abrazan un discurso claramente anticapitalista. El tercero nos habla, en fin, de una creciente apuesta de las activistas por la creaci�n de espacios de autonom�a autogestionados y desmercantilizados, mucho m�s all� de los Estados del bienestar y del juego institucional.

�En qu� est�s pensando cuando hablas de espacios de autonom�a?

En realidades como las que ofrecen los grupos de consumo, las cooperativas integrales, muchas de las ecoaldeas, las f�rmulas de banca �tica y social, o, por proponer un ejemplo, m�s, el incipiente movimiento de trabajadores que se hacen con la direcci�n de sus empresas en r�gimen cooperativo-autogestionario. Creo que la perspectiva de la expansi�n de la autogesti�n es hoy mucho m�s hacedera que la que aportan las f�rmulas socialdem�cratas tradicionales.

�Crees que el 15-M es un movimiento anticapitalista?

Creo que la mayor�a de sus integrantes abrazan esa perspectiva. Esto es, y por decirlo de otra manera, que no se contentan con contestar el neoliberalismo: van al n�cleo de lo que suponen el trabajo asalariado, la mercanc�a y la explotac��n.

En tu libro no ocultas, sin embargo, las carencias del movimiento.

Ser�a imperdonable hacerlo. Y ello al menos en dos sentidos. Es evidente, por lo pronto, que el 15-M tiene una presencia reducida en el mundo del trabajo y en el mundo rural. Como lo es, en otro plano, que no siempre otorga el relieve que merecen a la lucha de las mujeres, a los derechos de las generaciones venideras y a los habitantes de los pa�ses del Sur.

Utilizas a menudo el adjetivo �libertario� para describir al 15-M.

No es exactamente as�. Lo que suelo decir es que para explicar un rasgo fundamental del 15-M hay que invocar un impulso libertario, como es el que da en defender orgullosamente la asamblea, la democracia directa, la autogesti�n y el rechazo de los liderazgos. Siempre he se�alado que a mi entender, y para describir todo eso, es preferible el adjetivo �libertario� al mucho m�s ideol�gico �anarquista�. Me quedo con las gentes que en virtud de su experiencia vital han sabido percatarse de las lacras que acarrean la delegaci�n, las separaciones o los liberados en organizaciones que dicen luchar por la emancipaci�n.

�Consideras cerrada la posibilidad de que el 15-M se convierta en un partido?

Un movimiento es lo que quieren sus integrantes, y yo no soy quien para dar por cerrado nada. Simplemente creo, como tantas otras personas, que, de convertirse en un partido, el 15-M perder�a muchas de sus virtudes. Esto aparte, no hay ninguna garant�a de que no acabase por reproducir las taras que suelen acompa�ar a los partidos al uso. As� las cosas, me quedo con lo que significa que la delegada del Gobierno en Madrid, la pulida se�ora Cifuentes, lleve muchos meses buscando un interlocutor en el 15-M� Afortunadamente no lo encuentra.

�Y cu�les son esas virtudes que atribuyes al movimiento?

Ha permitido gestar una nueva identidad contestataria, ha abierto espacios de reencuentro de personas que estaban alejadas, ha hecho posible que reaparezcan debates que el sistema hab�a conseguido arrinconar, le ha dado alas a muchas iniciativas acompa�antes y, por encima de todo, ha facilitado que las gentes descubran que pueden hacer cosas que un par de a�os atr�s parec�an estar fuera de su alcance. No me parece poco.

A tu entender, �qu� es lo que distingue al 15-M de otras muchas realidades?

M�s all� de sus formas de hacer y organizarse, creo que el 15-M ha decidido contestar con firmeza la l�gica de la competici�n y contraponer orgullosamente la de la solidaridad. En un segundo terreno, creo que es un movimiento mucho m�s consciente de lo que supone el riesgo del colapso que est� a la vuelta de la esquina.

 
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